El 15 de octubre de 2011 ha sido la primera vez en la historia de este planeta en la que se han coordinado entre millones de personas concentraciones públicas en diversas ciudades del mundo. El objetivo es manifestar su descontento con la clase política gobernante de todos los países y protestar por el abuso de multinacionales y bancos contra la humanidad y los recursos naturales, puesto que unas pocas familias poderosas son causantes directas del desequilibrio social y la destrucción de lo poco que se ha podido lograr en cuestión de bienestar social, que, al fin y al cabo, es un derecho de todo ser humano.

Estas son imágenes tomadas ese 15 de octubre de 2011 en el centro de Madrid. Entre los manifestantes había bomberos, médicos, profesores, muchos jóvenes estudiantes, parados, jubilados y familias enteras, en el que destacó el ambiente festivo y armónico entre todos. La asistencia fue masiva y la muchedumbre ocupaba completamente las calles principales próximas a la Plaza de Cibeles y Sol, incluido el Paseo del Prado.

Si bien es cierto que esta serie de abusos flagrantes por estos pocos poderosos son conocidos por todos, la exteriorización de este descontento por la toda la gente no es masivo (como cabría de esperar) siendo algo tan importante para el futuro de las nuevas generaciones, y es que al igual que en el Titanic, todos piensan que el barco no se va a hundir y se sigue contemplando el desastre como si no fuera con nosotros.

Desgraciadamente, las personas no damos la talla y al final tenemos un Planeta hecho a nuestra imagen y semejanza, pues el interior del ser humano es el reflejo de lo exterior: si nuestro mundo psicológico es desordenado y caótico ¿qué podemos esperar de todo lo que construyamos? Nos tenemos que remitir a los hechos y ser lo suficientemente sinceros con nosotros mismos, reconocer estos errores e intentar cambiar desde dentro, porque sólo los cambios individuales lograrán cambios colectivos y globales, pues la masa es una extensión del individuo.

De todas formas, toda esta rebelión colectiva a nivel mundial, aunque sea una minoría comparada con la cantidad de personas que hay en el mundo, logra sensibilizar a muchas personas imponiendo una llamada de atención para que las tropelías de los adinerados sin escrúpulos no causen más daño del que ocasionan.

«Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos»   

Martin Luther King

__________________________________________________Fotos: Juan del Pozo