EL RENACIMIENTO DE LA GIOCONDA (Estudio comparativo de la Gioconda del Prado)

(Actualizo esta entrada con las últimas novedades sobre «Las Giocondas de Leonardo» http://www.lavanguardia.com/cultura/20120927/54351204319/mona-lisa-joven-ginebra.html)

Gioconda de Suiza atribuida a Leonardo Da Vinci

Gioconda de Suiza atribuida a Leonardo Da Vinci

Como se ha escrito ya mucho sobre La Gioconda y el misterio que tiene esta obra de Arte, no quiero ser menos y pondré mi granito de arena para esclarecer o más bien enturbiar más todos los conceptos relacionados con ella. Diré como dice Leonardo da Vinci o Vincius en sus aforismos (corto y pego):

LEONARDO AL LECTOR

1.- Considerando que no podía encontrar una materia de gran utilidad o agrado, puesto que los hombres nacidos antes que yo habían tomado para sí todos los temas útiles y necesarios, haré como el que, a causa de su pobreza, llega el último a la feria y, no pudiendo surtirse de otro modo, compra cosas ya vistas por los otros y desechadas por ellos a causa de su escaso valor.

2.- Emplearé en la adquisición de esa mercadería despreciada, rechazada y proveniente de muchos mostradores, mi escaso peculio, y así recorreré no las grandes ciudades, sino los pobres caseríos, distribuyendo las cosas de que dispongo y recibiendo por ellas el precio que merecen.

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No está calcada

Me alegró saber que habían restaurado la Gioconda del Prado, era una de esas tantas piezas que hay en la trastienda del museo que pasan desapercibidas.  Creo que el Museo del Prado está haciendo una gran gestión de las obras y lo cierto es que es de lo más valioso que hay en España, al menos para mí. También me parece bien que hagan una gran difusión de cada obra que restauran porque la restauración es un arte, de paso atraen al público y hacen caja, que todo hay que decirlo.

Esta acción sobre la Gioconda del Museo del Prado ha reabierto el debate sobre la restauración de la Gioconda auténtica y aún más comprobando esos magníficos colores propios del Renacimiento que han «renacido» de la copia, lo que, en cierto modo, deja en mal lugar a los responsables de cuidar las obras del Louvre, ya que la Gioconda se halla muy deslucida. Se puede proteger y blindar mucho una obra pero eso no significa que esté bien cuidada, y es que, a veces, con tanto afán por custodiar algo lo que se consigue es estropearlo. Entiendo el temor y el extremado celo para tocar el cuadro más importante y valioso del mundo, pero a estas alturas de alta tecnología en la era digital, rayos X , cámara multiespectral y electrofóresis capilar para comprobar los pigmentos, creo que hay que dejar los temores y lanzarse a «develar» la Gioconda, o al menos quitarle esa amalgama gruesa de barniz que es lo que hace que amarillee el cuadro.

He hecho un puente entre la Gioconda copia y Gioconda auténtica para hacer varias comprobaciones utilizando Photoshop, al superponer los dos cuadros he verificado que no son exactamente iguales, así que he deformado el original para adaptarlo al máximo a la copia para que no se notaran saltos en la transición animada de este video

Aunque parecen que encajan las dos obras, no es así, pues he querido hacer algo más estético que científico. Como bien puede observarse los márgenes del cuadro original salen deformados al hacer coincidir las dos imágenes. Una de mis deducciones es que la copia no ha sido calcada, como han dicho por ahí, porque no son iguales: la copia tiene la cara más estrecha, los ojos tampoco coinciden y lo más evidente es que las montañas del fondo están a diferente altura, además del misterio de las columnas que en la copia están más lejos de la figura. He hecho calcos de cuadros y si uno se esfuerza y es un profesional sale igual, al menos en lo evidente, ya que el Alma no se puede copiar.

El cuadro cortado

Podemos advertir que la tabla de la Gioconda está mutilada, eso lo saben los expertos y el que sepa algo de composición artística  solo con observar el cuadro, pues le falta aire por los lados de la figura y no tiene mucho sentido dejar dos apéndices de columnas a los extremos. Esto implica que la tabla fue cortada por los lados, si bien se ignora el motivo. Es por ello que afirmo que la copia no está hecha in situ, porque seguramente aparecerían las misteriosas columnas en la copia, si es que se trataba de hacerla exactamente igual. Lo que sí es verdad es que el que hizo la copia es un auténtico artista, porque quiso enmendar ese fallo de composición en la tabla cortada  del original y por eso alejó premeditadamente las basas de las columnas para darle más espacio a la figura (y es que la cabra tira al monte, no pudo evitar esa corrección). Lo que podemos adivinar es que la pintó despues de ser cortada pero antes de que perdiera los colores Renacentistas.

No entiendo cómo se han precipitado los expertos en afirmar con tanta seguridad que son dos cuadros contemporáneos, pues tengo mis dudas al respecto y aún más en decir que era de un discípulo y luego que si era su amante o yo que sé, qué tendrá que ver una cosa con la otra, que se pongan a escribir novelas, bueno.

De la guia de pintura y arquitectura de El Pais-Aguilar

Por lo que se decía de Leonardo ya en su época,  en Amboise (donde pasó sus últimos años) todavía trabajaba en su Gioconda. Esto, que ya se conocía, ha sido confirmado por los últimos análisis al cuadro de la Gioconda comprobando que las capas de pintura de su famoso sfumato  (técnica de aplicar capas finas sobre capas) tienen dataciones de años entre una y otra capa, un dato más para afirmar que la Gioconda del Prado probablemente no es una copia hecha en su taller, pues se supone que el cuadro se pintó en varios años.

Además, cabe añadir que Leonardo se ocupaba de usar los mejores materiales, si las dos tablas fuesen casi del mismo árbol entiendo que estarían también estropeadas de la misma manera, mientras que la original está craquelada, la copia está como nueva y si las dos tienen la misma antigüedad, la diferencia de conservación entre ambos cuadros es abismal. A veces es mejor mirar en la parte posterior del cuadro para comprobar si son o no del mismo taller, pues la preparación y el montaje de las tablas serían verificados directamente por Leonardo, pero todo esto creo que se revelará cuando se decidan a restaurar la Gioconda del Louvre.

En este otro texto de Leonardo Da Vinci hace reflexionar sobre lo inimitable de las obras de arte, no sé si le haría mucha gracia que un discípulo copiase su Gioconda en su presencia.

126.- Entre las ciencias inimitables está en primer lugar la pintura. Ella no se enseña a quien no tiene don natural, al contrario de las matemáticas, en las que el discípulo recibe tanto cuanto el maestro le enseña; ni se copia como las letras, en las que tanto vale la copia como el original; ni se modela como en la escultura en la que el objeto modelado equivale al original; y en cuanto a la fecundidad de la obra, ésta no produce infinitos hijos como ocurre con los libros impresos. Sólo ella conserva su nobleza, sólo ella honra a su autor, y queda preciosa y única sin parir hijos iguales a ella.

¿Quién es La Gioconda?

Como curiosidad y para agregar más intrigas al misterio que envuelve a la Gioconda, voy a añadir un texto de los aforismos de Leonardo para enredar un poco más sobre este enigmático cuadro, y que cada uno piense lo que quiera, porque pensar es gratis.

335.- Me sucedió hace algún tiempo representar en pintura una divinidad. Un enamorado de mi obra, habiéndola comprado, la despojó de los atributos divinos para poder besarla sin sospecha de profanación. Pero la conciencia venció al fin los impulsos de la sensualidad, y la pintura fue retirada de su casa.

Bueno, ¿pues podría estar o no refiriéndose a la Gioconda Leonardo en este texto? Leonardo no pintó muchos cuadros, entonces, ¿de qué Divinidad se trata?, ¿cómo quitar los atributos Divinos, qué atributos son esos? Una de las maneras que tenían en el renacimiento para representar una divinidad era precisamente enmarcarla entre dos columnas, así lo hizo Rafael, en una de sus obras en donde muchos han visto una imitación de la Gioconda, se trata de la obra » La Dama del Unicornio».

Es un cuadro singular: una mujer con un unicornio en brazos, como si el unicornio fuera un niño pequeño. El símbolo del unicornio es El Cristo, la pureza   http://www.historiarte.net/iconografia/virtudes.html y el unicornio sólo se deja tocar por una Virgen, de ahí que sea evidente que la figura enmarcada entre las columnas es una divinidad, eso es lo que quiso describir Rafael.

Pues por todo esto, ¿podemos pensar que Leonardo está hablando de La Gioconda? Ya que no se sabe con exactitud a quién representa dicha mujer. Desde luego, yo como pintor preferiría llevar conmigo a una Diosa que a una señora de no sé quién señor…tampoco entendería esa insistencia en retocar el retrato de una persona sin vínculos afectivos hasta el final de mis días. El Maestro Leonardo llevó consigo tres cuadros hasta su lecho de muerte en Amboise: La Gioconda, el San Juan Bautista y Santa Ana.

Me imagino a ese cliente de Leonardo intentando quitar esos atributos divinos, ¿a qué pintor de confianza le pediría que borrase nada? Y si era una auténtica profanación sentiría una vergüenza inconcebible, así que lo haría en secreto, qué fácil coger un serrucho ¿verdad?: «do it yourself». (Aquí sí que hay una interesante novela por escribir).

De todas formas, todo este tejemaneje que si la Gioconda era o dejaba de ser, si Leonardo era o o no era, todas estas discusiones, tesis y antítesis se derrumban, se fulminan simplemente contemplando la obra de un maestro en la intimidad y en silencio, pues este Arte no está hecho para la mente que deforma la realidad con su falso juicio y sus conceptos basados en teorías y libros

727.- Nuestra mente abandonada a sí misma nos engaña.- No hay cosa que nos engañe más que nuestro juicio. 

(Aforismos de Leonardo)

La Madre Divina

La Madre Divina de Leonardo Vincius

Ahí permaneces, Gioconda, sentada con tu mano diestra sobre la siniestra, se diría que estás esperando a tu hijo mientras lo observas.

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